En el mercado inmobiliario, se ofrecen diferentes tipos de activos que se adaptan a diversas necesidades de inversión y desarrollo. Estos incluyen hoteles, suelos urbanísticos, edificios, apartamentos y villas. Los hoteles son ideales para inversores interesados en el sector turístico, ya que ofrecen la posibilidad de generar ingresos continuos a través de su operación. Los suelos urbanísticos son terrenos destinados a proyectos de construcción residencial, comercial o mixto, proporcionando oportunidades para el desarrollo de nuevas infraestructuras.
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